El Gobierno español propuso este martes un proyecto de ley para que solo el consentimiento expreso de la mujer sea válido para mantener relaciones sexuales y que el acoso sexual callejero sea considerado un delito penal leve.
Las medidas están incluidas en el proyecto de ley de libertad sexual que aprobó este martes el Consejo de Ministros, y que incluye varias reformas y propuestas solicitadas por el movimiento feminista para adecuar la legislación sobre esta cuestión a la realidad del siglo XXI.
Mujeres sin Miedo realizó una manifestación en la que exigió poner freno a los casos de acoso sexual en el Metro de Monterrey y que se respete el Vagón rosa
«Sí es sí»
Entre otros elementos, se elimina la diferenciación entre abuso sexual y agresión sexual (violación) y se estipula que solo el consentimiento expreso de la mujer será válido a la hora de entablar relaciones sexuales.
«Es la ley del sólo sí es sí», subrayó Montero, del grupo izquierdista Podemos, miembro de un Gobierno de coalición presidido por el socialista Pedro Sánchez.
El texto, que ahora deberá debatirse en el Parlamento, responde también a algunas carencias legales detectadas durante el caso de la conocida como «manada» de Pamplona, en el que un grupo de cinco hombres violaron a una joven durante las famosas fiestas de los Sanfermines de 2016.
Debido a los constantes feminicidios y ataques de violencia de género, se realizaron mejoras a través de un protocolo, para combatir estos problemas desde la raíz.
Inicialmente solo fueron condenados por abusos sexuales, pero el Tribunal Supremo español aumentó el año pasado la pena de cárcel de los cinco hombres de 9 a 15 años al considerar que cometieron un delito continuado de violación.
Acoso ocasional, se castigará con cárcel
Además, el proyecto de ley incluirá en el Código Penal el delito de «acoso ocasional» en la calle, que considerará como un delito leve aquellas «expresiones, comportamientos o proposiciones sexuales o sexistas» que pongan a la víctima en una situación «objetivamente humillante, hostil o intimidatoria».
Esto supone castigar el conocido como acoso «callejero», aunque también puede ocurrir en lugares como conciertos o bares.
